Palabras van, palabras vienen, cuando uno dice cosas que no quiere decir, o el enojo, la incertidumbre, la pena, la desilución, en fin, esos sentimientos que amargan las gargantas alimentan las frases que nos hacen caer en arrepentimiento, pues dañamos o apenamos a alguien a quien queremos... en realidad, estoy escribiendo algo que tal vez pronto quiera borrar, en fin, siempre habrá tiempo para el arrepentimiento...
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